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En la oscuridad de mi alma

En cada verso, hoy escrito, la indudable poesía eres tú. Extraño por segundos tu presencia, mientras el insomnio me atrapa cruelmente. Mi pensamiento da miles de vueltas, buscando un juicio justo a este merecido sufrimiento. Tanto desgaste y desilusiones causado por mi indiferencia, Tantas y tantas lágrimas vertidas por mi incoherencia, tantos instantes de felicidad perdidos por mis malos actos. Y tú, tú siempre dedicándome tu mejor sonrisa, aunque tu alma estuviera demolida. Qué significado tiene mi  devastadora vida, si eras la dueña de mi alma en todos los sentidos. No supe darte todo ese amor y las dulces caricias,  que a gritos me aclamabas sin yo querer escucharlas. Debí en todo momento hacerte sentir como una reina, pero con mi desfachatez, hice justo lo contrario. Precisabas de mi cariño para dejar a un lado el dolor, y yo te regalaba mi ignorancia más despreciable. Ahora, a día de hoy, tengo lo que por mi desgracia merezco. Solo deseo que no desestimes nunca al amor, no te enc
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Hasta cuando

  Hasta cuando las lágrimas se deslizaran por las mejillas sonrojadas, escapando de aquellos hermosos ojos que no dejan de sufrir. Hasta cuando los corazones latirán de forma desconsolada, sin miedo a que algún día el destino lo deje sin ganas de vivir. Hasta cuando existirán cuerpos sin almas que aman la vanidad, destruyendo cada sentimiento que se cruza en su camino. Hasta cuando la vida nos someterá a un sin fín de odio y maldad, mientras la felicidad y el amor son abandonados sin ningún destino. Hasta cuando el temor, la ilusión y la fantasía quedaran encarcelados, en un mundo sin memoria, donde no se respetan los besos de enamorados. Hasta cuando la existencia no recuperará la conciencia, y volverán a descubrir lo que significa el verdadero amor. Hasta cuando esas noches cálidas de impaciencias, no recuperaran aquellos besos en una casapuerta sin temor. Hasta cuando…   La vida no espera y el tiempo termina, pero eso no nos impedirá nunca seguir

Cansado, cansado, cansado

Cansado, cansado, cansado… Cansado de leer en las redes sociales que el hombre es el ogro más grande que ha existido. Cansado de que nos insulten, y nos comparen con depravados, machistas y violadores solo por el hecho de ser hombres. Cansado de la misma película de siempre y de querer hacernos creer algo que ni se nos pasaría por la cabeza. Cansado de las verdaderas burralidades que se escuchan de las palabras de algunas mujeres y te hacen pensar en qué mundo han vivido o con qué clase de hombres ha crecido. Cansado de ver como amigos míos sufren día a día por no poder ver a sus hijos solo por que una persona los odia y quieren su perdición, cuando he tenido desde el principio quien era el bicho malo en la pareja. Cansado de tantos insultos, de tanto silencio y de tantas denuncias falsas que lo único que hacen es quitarles credibilidad a las mujeres que de verdad lo sufren. Cansado de escuchar “Que todos los hombres somos iguales”, sin que te pares a pensar que a lo mejor los que “son

Pedir perdón

Pedir perdón ¿Sabéis?, la vida es demasiado cansina para que nos estéis forzando todo el día a pedir perdón por algo que no hemos hecho y que en la vida se nos ocurriría hacerlo, por mucho que lo recalquéis a través de vuestro odio. Creo que este tema del asesinato de este hombre negro en estados unidos, se ha ido de las manos y no damos golpecitos en el pecho creyéndonos mejor que otros y defendiendo lo que ni siquiera conocemos y después de lo que tenemos cerca, no, nos acordamos. ¿A que estáis jugando? Siempre que pasa algo culpabilizamos en general sin escrúpulos y sin pensar que a esa persona le puede dar más rabia lo que ha pasado que a ustedes mismos. Pero.. eso a ustedes os da lo mismo. Si matan a un hombre negro, toda la raza blanca tenemos que arrodillarnos y pedir perdón sin sentido, ni cabeza. Pero si no lo haces eres un racista. Aunque la balanza no mira igual para todos lados. Si es un hombre blanco es el que muere a manos de un hombre negro, son cosas que pasan

Lágrimas inocentes

Lágrimas inocentes Dime, ¿cómo quieres que mi alma, deje de llorar en algún instante?. Si tu   inesperada ausencia me ha robado la calma, y mi corazón no puede olvidarte.   Dime, ¿Cómo quieres que no te inmortalice en cada pensamiento?, si cierro los ojos y te recuerdo dulcemente sonriendo, esperando   con ansia, a ver ¿qué es lo que me dices?, mientras mi respiración se acaba perdiendo en una oscuridad indeseable.   Me falta cada beso, cada te quiero, cada aliento, envuelto en una soledad absurda e impredecible, y llorando ante tu ausencia me siento incapaz de volver a amar. Revolviendo mi imaginación hacia todas partes, no encuentro consuelo alguno.   Dicen que todo pasa y que la vida sigue sin parar, pero vuelven a ser palabras vacías en un rincón. Palabras sin aliento, sujetas a cada situación desconcertada,  q ue junto al mar,  con los ojos cerrados, escuchando una dulce canción intento hacer solo mías.   Allá donde estés quiero

El arpa se hace flamenca. Ana Crismán

. El arpa se hace flamenca. Ana Crismán Dicen que cuando el flamenco no podía sorprendernos más, como caído del cielo, una melodía casi angelical, comenzó a sonar, rompiendo las barreras del sonido. Volviéndose inmensamente necesaria para los oídos de cualquier enamorado de esta casi indescriptible pasión. Una dulce armonía se desprendía desde las cuerdas de una resplandeciente arpa, acariciada desde lo más profundo del alma de una grandiosa mujer.   Una mujer que decidió abandonarlo todo para convertirse en la unión de corazón y sentimientos bañados de arte flamenco. Consiguiendo así, que un mundo entero se sintiera arrodillado ante tan impresionante compás. Ana Crismán, hoy, mis palabras van dedicadas a ti, por llenar el vacío que en mi interior siento al estar lejos de esa tierra y ese barrio que juntos nos vio crecer y que tantos momentos dulces y amargos nos hizo compartir, para no dejar de recordarlos y poder expresarlos de esta forma especial. Tu sentir flamenco, tu bell

Mi soledad infinita

Mi soledad infinita               Hoy, envuelto en mi soledad infinita, he recordado aquellos momentos de la juventud, en los cuales, no le dábamos tanta importancia a esta vida tan cruel. Esta vida, a la cual nos atamos firmemente, sin buscar una salida inesperada, que nos haga más felices. Recuerdo, aquellos instantes, donde la pasión por alguna persona de nuestro grupo de amigos, se convertía en un misterio inolvidable, donde al verla llegar, nuestro corazón palpitaba incansablemente. Recuerdo, a quéllos pasillos de la escuela, donde nuestro mayor deseo, era cruzarnos con quien llenaba nuestro alma y que nuestras miradas se unieran en un silencio absoluto. Cuando al mirarte, te saludara con una bella sonrisa y el día cambiara repentinamente a mejor. Recuerdo, aquellas tardes cuando terminábamos de merendar, al salir a la calle en busca de nuestros queridos amigos, en lo único que pensábamos, era que nuestros sentimientos volvieran a relucir al encontrarnos de nuev