Ir al contenido principal

Hasta cuando

 


Hasta cuando las lágrimas se deslizaran por las mejillas sonrojadas,

escapando de aquellos hermosos ojos que no dejan de sufrir.

Hasta cuando los corazones latirán de forma desconsolada,

sin miedo a que algún día el destino lo deje sin ganas de vivir.

Hasta cuando existirán cuerpos sin almas que aman la vanidad,

destruyendo cada sentimiento que se cruza en su camino.

Hasta cuando la vida nos someterá a un sin fín de odio y maldad,

mientras la felicidad y el amor son abandonados sin ningún destino.

Hasta cuando el temor, la ilusión y la fantasía quedaran encarcelados,

en un mundo sin memoria, donde no se respetan los besos de enamorados.

Hasta cuando la existencia no recuperará la conciencia,

y volverán a descubrir lo que significa el verdadero amor.

Hasta cuando esas noches cálidas de impaciencias,

no recuperaran aquellos besos en una casapuerta sin temor.

Hasta cuando…

 

La vida no espera y el tiempo termina,

pero eso no nos impedirá nunca seguir soñando.

¡Nunca dejemos de soñar¡




Comentarios

Entradas populares de este blog

En la oscuridad de mi alma

En cada verso, hoy escrito, la indudable poesía eres tú. Extraño por segundos tu presencia, mientras el insomnio me atrapa cruelmente. Mi pensamiento da miles de vueltas, buscando un juicio justo a este merecido sufrimiento. Tanto desgaste y desilusiones causado por mi indiferencia, Tantas y tantas lágrimas vertidas por mi incoherencia, tantos instantes de felicidad perdidos por mis malos actos. Y tú, tú siempre dedicándome tu mejor sonrisa, aunque tu alma estuviera demolida. Qué significado tiene mi  devastadora vida, si eras la dueña de mi alma en todos los sentidos. No supe darte todo ese amor y las dulces caricias,  que a gritos me aclamabas sin yo querer escucharlas. Debí en todo momento hacerte sentir como una reina, pero con mi desfachatez, hice justo lo contrario. Precisabas de mi cariño para dejar a un lado el dolor, y yo te regalaba mi ignorancia más despreciable. Ahora, a día de hoy, tengo lo que por mi desgracia merezco. Solo deseo que no desestimes nunca al amor, ...

El arpa se hace flamenca. Ana Crismán

. El arpa se hace flamenca. Ana Crismán Dicen que cuando el flamenco no podía sorprendernos más, como caído del cielo, una melodía casi angelical, comenzó a sonar, rompiendo las barreras del sonido. Volviéndose inmensamente necesaria para los oídos de cualquier enamorado de esta casi indescriptible pasión. Una dulce armonía se desprendía desde las cuerdas de una resplandeciente arpa, acariciada desde lo más profundo del alma de una grandiosa mujer.   Una mujer que decidió abandonarlo todo para convertirse en la unión de corazón y sentimientos bañados de arte flamenco. Consiguiendo así, que un mundo entero se sintiera arrodillado ante tan impresionante compás. Ana Crismán, hoy, mis palabras van dedicadas a ti, por llenar el vacío que en mi interior siento al estar lejos de esa tierra y ese barrio que juntos nos vio crecer y que tantos momentos dulces y amargos nos hizo compartir, para no dejar de recordarlos y poder expresarlos de esta forma especial. Tu sentir flamenco...

Cansado, cansado, cansado

Cansado, cansado, cansado… Cansado de leer en las redes sociales que el hombre es el ogro más grande que ha existido. Cansado de que nos insulten, y nos comparen con depravados, machistas y violadores solo por el hecho de ser hombres. Cansado de la misma película de siempre y de querer hacernos creer algo que ni se nos pasaría por la cabeza. Cansado de las verdaderas burralidades que se escuchan de las palabras de algunas mujeres y te hacen pensar en qué mundo han vivido o con qué clase de hombres ha crecido. Cansado de ver como amigos míos sufren día a día por no poder ver a sus hijos solo por que una persona los odia y quieren su perdición, cuando he tenido desde el principio quien era el bicho malo en la pareja. Cansado de tantos insultos, de tanto silencio y de tantas denuncias falsas que lo único que hacen es quitarles credibilidad a las mujeres que de verdad lo sufren. Cansado de escuchar “Que todos los hombres somos iguales”, sin que te pares a pensar que a lo mejor los que “son...