En cada verso, hoy escrito, la indudable poesía eres tú. Extraño por segundos tu presencia, mientras el insomnio me atrapa cruelmente. Mi pensamiento da miles de vueltas, buscando un juicio justo a este merecido sufrimiento. Tanto desgaste y desilusiones causado por mi indiferencia, Tantas y tantas lágrimas vertidas por mi incoherencia, tantos instantes de felicidad perdidos por mis malos actos. Y tú, tú siempre dedicándome tu mejor sonrisa, aunque tu alma estuviera demolida. Qué significado tiene mi devastadora vida, si eras la dueña de mi alma en todos los sentidos. No supe darte todo ese amor y las dulces caricias, que a gritos me aclamabas sin yo querer escucharlas. Debí en todo momento hacerte sentir como una reina, pero con mi desfachatez, hice justo lo contrario. Precisabas de mi cariño para dejar a un lado el dolor, y yo te regalaba mi ignorancia más despreciable. Ahora, a día de hoy, tengo lo que por mi desgracia merezco. Solo deseo que no desestimes nunca al amor, no te enc
Hasta cuando las lágrimas se deslizaran por las mejillas sonrojadas, escapando de aquellos hermosos ojos que no dejan de sufrir. Hasta cuando los corazones latirán de forma desconsolada, sin miedo a que algún día el destino lo deje sin ganas de vivir. Hasta cuando existirán cuerpos sin almas que aman la vanidad, destruyendo cada sentimiento que se cruza en su camino. Hasta cuando la vida nos someterá a un sin fín de odio y maldad, mientras la felicidad y el amor son abandonados sin ningún destino. Hasta cuando el temor, la ilusión y la fantasía quedaran encarcelados, en un mundo sin memoria, donde no se respetan los besos de enamorados. Hasta cuando la existencia no recuperará la conciencia, y volverán a descubrir lo que significa el verdadero amor. Hasta cuando esas noches cálidas de impaciencias, no recuperaran aquellos besos en una casapuerta sin temor. Hasta cuando… La vida no espera y el tiempo termina, pero eso no nos impedirá nunca seguir